Reseña: Unos niños ingleses, los hermanitos Dave y Sophie y el amigo de ellos Chris, se ofrecen para ayudar al Tío Dick (Ronald Howard) en sus tareas en el Museo de Historia Natural. En el museo, los niños se apasionan con un cargamento de huevos traído por Tío Dick de su última expedición a Malasia. Uno de estos especímenes no está identificado así que que el Tío, reconociendo que ese huevo no tendrá ninguna utilidad en el museo debido a que es desconocido, se los regala a los chicos. A la mañana siguiente, oh sorpresa, el huevo está calentito y se quiebra, surgiendo de su interior una pequeña criaturita con forma de dragón (obtenida por la técnica de animación cuadro a cuadro) que comienza a berrear por su progenitora. Por su pequeñez y simpatía, los niños bautizan al monstruito como "Beauty" (Belleza) pero, previsiblemente, comenzará una verdadera maratón de crecimiento acelerado, con lo cual, nuestros protagonistas tendrán que ocultar el creciente problema a sus padres (ahora el monstruo es un típico títere de media). Pero cuando la criaturita se convierta en un monstruo de tamaño familiar (ahora un actor bajo un traje de goma), se dedicarán a protegerlo de las ambiciosas garras de dos empleados circenses (Frederick Piper y Michael Balfour) que vienen de capa caída por la escasez de animales para exhibir. Filmada por el maestro Cavalcanti con un reparto de lujo en las calles de Londres, combina el realismo de los escenarios con la ingenuidad y frescura de la trama infantil del monstruo que pugna por regresar al medio marítimo. [Cinefania.com]