DVD:
1.
The Shining Warner Home Video (03/02/2003)
2.
New Stanley Kubrick Collection Warner Home Video (18/11/2003)
3.
The Shining - Special Edition Warner Home Video (23/10/2007)
Reseña crítica: El hotel Overlook está bloqueado por la nieve. Un hombre (Jack Nicholson) ha sido contratado como cuidador durante toda la temporada invernal. Dado que el protagonista, llamado Jack Torrence, es marido y padre, lleva consigo a su esposa Wendy (Shelley Duvall) y a su pequeño hijo Danny (Danny Lloyd). Antes, durante la entrevista con el empleador (Barry Nelson), Jack se entera que unos años antes hubo un incidente con un antiguo cuidador del hotel, que asesinó a sus hijas y esposa y luego se suicidó. La historia no inquieta a Jack, que cree que el aislamiento le vendrá bien para terminar su novela. Una vez en el hotel el hijo de Jack conversa con un cocinero (Scatman Crothers), que descubre que ambos comparten una particular forma de comunicación a través de algo denominado "el resplandor", es decir, una fuerza paranormal similar a la telepatía. Es justamente un comentario de este cocinero que arroja una pista sobre el tenor de los acontecimientos que se preparan: "cuando ocurre algo malo, el lugar queda impregnado de eso." Cuando todos los empleados se retiran, y Jack queda solo con su familia, se inicia de manera paulatina, la irrupción de fuerzas sobrenaturales en el enorme hotel. Primero surgen como imágenes de unas enfermizas gemelas que acosan al niño o bien la irrupción de una catarata de sangre a través de las puertas del ascensor del hotel. Hay una habitación en la que parece haber presencias malsanas, que obran efectos opuestos cuando hace su ingreso el niño (que es agredido) o el padre (que es seducido por una figura femenina que resulta ser una anciana abominable). La madre, que se mantiene en principio al margen de los fantasmas encarna la fuerza de la razón, y ante los primeros signos de alteración del orden, intenta defender a su hijo del marido. A pesar de su simpleza argumental, la película plantea algunos interrogantes: ¿es algo llamado "cabin fever" lo que conduce a la locura a Jack? ¿O son esas presencias fantasmagóricas de personas que están viviendo en una época que parecerían ser los años '20? ¿Qué relación hay entre el cuidador que en 1970 asesinó a su familia y Jack? La película, del polémico Stanley Kubrick, es un hito en la historia del cine, tanto por cuestiones meritorias como otras fallidas. En primer lugar, es una de las películas fantásticas más interesantes de su época. Está basada en una novela del best-seller Stephen King (en una época en que sus novelas eran adaptadas por directores de renombre, como De Palma, Cronenberg, etc.); pero Kubrick, tal vez en un intento de experimentación, la adaptó de manera que todo golpe de efecto quedó extirpado de la trama, promoviendo en verdad un desafío cinematográfico: ¿es posible que una película de terror cumpla su papel de inquietar quitando los saltos efectistas usuales del género? Kubrick decidió trabajar con matices bien sutiles, como la expresividad de los actores, el transcurrir de los minutos sin que pase nada y los diálogos simples pero significativos. Veamos un ejemplo: en un momento Jack despierta de una pesadilla y Wendy lo va a tranquilizar. Jack dice haber soñado que asesinaba a su hijo y esposa. Acto seguido aparece el pequeño Danny con unos rasguños en el cuello, que ha recibido luego de entrar en la ténebre habitación 237. Wendy lo examina y le dice a Jack que el chico ha sido atacado por algo. La cámara entonces muestra la cara congelada de Jack con la mirada perdida y una expresión entre enfermiza y abominable que realmente molesta. Wendy lo mira y al instante siente que Jack, de alguna manera, fue el responsable de ese ataque. Al respecto, es interesante notar el detalle que Kubrick permita a Nicholson utilizar en algunos momentos toda su variada gama de gesticulación, lo que también lo hace acreedor (para los detractores) de un premio al mejor "sobreactor". Otros matices con los que trabaja la película son la partitura musical (compuesta en su mayor parte por fragmentos de dos genios: Bartok y Lygety) o la soberbia fotografía. La impresión final, entonces, es que no estamos en presencia de ninguna película de terror sino, si se nos permite, de un nuevo género al que podríamos denominar "cine de aprehensión". La diferencia es que, mientras el terror apunta a sobresaltar al espectador, la aprehensión se contenta con obtener una incomodidad cuyo techo coincide con los primeros peldaños desde donde el terror inicia sus climas. Aprehensión no es "mini-terror", sino un terror más complejo, depurado, más difícil de conseguir. El Resplandor de Kubrick tal vez requiere un esfuerzo por parte del espectador (pero afrontémoslo, ¿qué película de Kubrick no lo requiere?), esfuerzo a la hora de tolerar, pero también cuando hay que interpretar. Y de esa interpretación depende la resolución de la película (que en su simpleza parecería guardar revelaciones cuyo hallazgo uno se lleva como tarea para el hogar). Pero el esfuerzo también es de los actores, sometidos a infinidad de tomas y retomas por el director. Al igual que con otras disciplinas que requieren ensayo, hay un punto donde la espontaneidad da paso a la saturación por repetitividad. ¿Quería experimentar Kubrick si más allá de la saturación está la perfección? ¿Es esta perfección -o exceso de saturación- un sinónimo de locura? El Resplandor es también una película fallida, y esto se evidencia con el hecho que el propio director le quitó luego del estreno, media hora de metraje (pasando de 146 minutos en su estreno a los 119 de la versión que hoy en día circula). Aún así, la apuesta es meritoria. Y lo más fascinante es que, al igual que la mayoría de sus películas posteriores a 1968, siguen siendo vistas y comentadas, dando pie a opiniones tan diametralmente opuestas que parecen condenadas a nunca llegar a un consenso de valoración respecto de las obras. [Cinefania.com]
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