Reseña crítica: Tras mucho tiempo de darle vueltas al asunto, al fin, se termina encontrando la mejor solución para los problemas. Esto pasa en la Tierra, con la candente crisis energética que se resuelve instalando una base de explotación minera en la cara oculta de la Luna que transforma la energía solar en Helio-3 materia prima con la que se nutre nuestro planeta generando 0 polución. Dicha base requiere la presencia de un astronauta llamado Sam Bell (Sam Rockwell), cuya labor es la de supervisar todos los procesos que son controlados por la supercomputadora Gerty (voz de Kevin Spacey). El contrato de Sam dura 3 años y durante ese tiempo se le permite mantener contacto audiovisual con su esposa Tess (Dominique McElligott) aunque debido a un inconveniente técnico permanente, solo a través de mensajes grabados. Esto significa que no hay ninguna interacción entre marido y mujer y que Sam se limita a ver y escuchar los mensajes de su esposa y a grabarle sus respuestas. El conflicto se desata cuando Sam sufre un accidente a bordo de una "cosechadora" espacial y queda inconciente dentro de la nave. Tiempo después, despierta en la camilla de la base, atendido por Gerty, sin recordar ni siquiera como llegó ahí. ¿Es la misma persona que sufrió el accidente? Esta será, a los 15 minutos de película, la primera intriga que nos cambiará la perspectiva de la trama. Y estos golpes de timón narrativos, uno cada cuarto de hora hasta el final, harán de MOON una experiencia casi inédita en lo que va del cine del siglo XXI, es decir, una película de ciencia-ficción sin bichitos, sin acción desbordante con "shacking-camera", sin profusión de efectos visuales CGI. Se trata ni más ni menos de mera ciencia-ficción, "la literatura de la imaginación disciplinada" (según definición de la antologista Judith Merrill), una sucesión de ideas desafiantes plasmadas en el relato, algo que el cine venía relegando en su afán de espectacularidad y efectismo. Por supuesto, hay impresiones de filmes previos, especialmente 2001 de Kubrick (¿cómo reintentar el camino de la ciencia-ficción "hard" soslayando esta obra capital del género?). Es más, MOON parece desarrollarse en la misma época que el acto intermedio de 2001, es decir, en los mismos escenarios lunares donde se movía el Dr. Heywood Floyd y donde el hallazgo de un monolito durante una excavación minera implicaba la alerta para seres extraterrestres de que el ser humano había alcanzado la madurez como para salir de la cuna. Es ese ser humano el que debe resolver cada uno de los giros que se plantean en la película y que sorprenden, provocan misterio y mantienen el interés durante hora y media.
Nota: A pesar que el director, Duncan Zowie Heywood Jones, es el hijo de David Bowie su película está ambientada en el "Lado Oscuro de la Luna" y no tiene "Arañas Marcianas". [Cinefania.com]
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