Reseña: Una dama de sociedad recibe como obsequio un pendiente proveniente del Antiguo Egipto que posee propiedades mágicas: todo aquello que toque su portador, desaparece. Al rato, la mujer se da cuenta que la leyenda es verdad y encarga al cocinero que se deshaga de la pieza. El cocinero, ignorante de las cualidades del pendiente, se lo regala a su amigo el hielero. Éste, en gratitud, trata de abrazarlo y, en el acto, el cocinero desaparece. Azorado, el trabajador retrocede y al tocar una pared, también se evapora en el acto. Enajenado, corre por las calles, toca un cochecito de bebé y lo hace desaparecer, quedando su ocupante gateando en la acera, para desesperación de la niñera que lo estaba paseando. Un banco de plazo se desmaterializa y los amantes que estaban encima, caen al suelo. Por último, el hielero, casi ido, se mira al espejo y al tocarlo, desaparecen ambos, la persona y su reflejo, evaporándose también el pendiente causante de todo el conflicto. [Cinefania.com]